jueves, 19 de mayo de 2011

Capítulo 2

Llueve sobre Airas

La mañana es gris para el monstruo que despierta con su gato en la cabeza, aun no levantó la persiana pero teme que hoy habrá lloviznas aisladas provenientes del sector noroeste. Escuchame, monstruo, no vaya ponerle tanta manteca a la galletita que tenés que cuidarte…no, azúcar arriba no! Café, y galletitas con mucha manteca con azúcar es el desayuno del día de hoy. Ya cambiado se dispone a salir de su casa, abre la puerta y ve que el colectivo pasar por delante de sus narices a toda velocidad, ahora tendrá que esperar bastante tiempo hasta que llegue el otro. Por lo tanto, tiene tiempo para imaginarse una nueva historia de su personaje imaginario: Areno, el necesario. Escuchame, monstruo, no divagues, presta atención al horizonte por si llega a venir el colectivo.
El monstruo ya empieza a imaginarse a Areno en una fiesta, siendo el alma de ésta. Areno baila y se divierte, en un momento saca de su bolsillo merca y la desparrama por la mesa ratona. La divide y vienen los saques de hermosas modelos que se invitan solas y varios artistas famosos que se codean por una nueva línea; y Areno contento, él no se droga y disfruta tirado del sillón de lo que ha producido. Escucha a esa gente esnifar, el sonido empieza a tapar el tema de A tirador láser que suena de fondo a un volumen elevado. Las cabezas suben y bajan en ese mar de cabelleras de todos colores sobre la mesa, Areno baila mientras todos se drogan, es una linda imagen, piensa el monstruo: el tipo bailando y debajo de él un montón de gente arrodillada tomando merca sin parar... el tema podría ser Es parte de mí, si, me gusta.
Areno era eso. Ayer había pensado una historia el personaje en la que le cortaba la cabeza a un pibe que hablaba en una cabina de teléfono. Pero hoy la historia transcurre en una fiesta con drogas y alcohol. Dos minutos antes de que venga el colectivo piensa que los drogones mágicamente se podrían convertir en dragones que arrojan fuego por sus narices y lo entran a perseguir por toda el lugar.
Algunas gotas empiezan a caer y colectivo esta llegando. El monstruo lo toma y observa a los pasajeros de reojo, hay una pelirroja que le parece muy linda, no puede dejar de verla, ella ni lo mira. Llegando a su parada se levanta y toca el timbre. Desciende, estaba a solo tres cuadras de su trabajo cuando una lluvia torrencial lo empieza a mojar. Rápidamente se dirige a una librería de usados que justo estaba frente a él y para hacer tiempo, esperando que pare de llover, empieza a revolver algunos ejemplares. Se encuentra con Espantapájaros de Girondo y se queda un rato leyendo.
No dejará de llover en años, Airas será la nueva Venecia durante un buen tiempo, el será un pez mas bien triste, atormentado por su imaginación y desechado por una hermosa sonrisa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario